La Locanda es un edificio del siglo XVIII que acoge a sus huéspedes desde hace 80 años. La Locanda tiene 7 habitaciones a disposición de los huéspedes para estancias cortas o largas: para recargar energías, estar en la naturaleza, con amigos, escribir, trabajar o tomarse un tiempo para experimentar las bellezas de la zona. Cada una de las 7 habitaciones es diferente, única y fascinante: se respira la atmósfera y la historia del edificio. En la planta baja, el salón del caminone era la sala tradicional de estos pequeños pueblos donde las personas que vivían en la casa se reunían para comer juntos frente a la única chimenea y en la mesa compartida de la familia. Los antiguos cimientos medievales fortificados, excavados en la roca, con bóvedas de piedras recuperadas del entorno fluvial, son hoy un espacio de bienestar y relajación para los huéspedes de la Locanda.